Secundino Hernández (Madrid, 1975) es uno de los artistas españoles más internacionales de su generación. Sus influencias son amplias y eclécticas, podemos descubrirlas en maestros de la pintura española de los siglos XVI, XVII o XVIII (Goya, Velázquez, El Greco…), así como en las vanguardias del siglo XX (Giacometti, Miró, Picabia…). “Mis influencias están también en elementos rutinarios como una pared pintada en la calle, una canción popular, un cómic o el trazo de una línea”, explica.
Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, además de múltiples premios recibidos a lo largo de su carrera (Creación Artística de la Comunidad de Madrid, New Talents Program, Art Cologne, Academia de España en Roma…), encontramos su obra en algunas de las colecciones más importantes del mundo (Museo Jumex de México, Rubell Familly Collection de Miami, Fundación Coca-Cola de España, Pérez Art Museum de Miami, Colección Banco de España, Yuz Museum de Shanghai, Friedrichs Collection de Bonn, Miettinen Collection de Berlín…).
Junto a su padre, Hernández crea sus propias herramientas para crear sus pinturas, desde puntas metálicas a pinzas para trabajar el despintado o incluso una hidrolimpiadora. También fabrica sus propios bastidores.
Sus pinturas parecen querer salirse del cuadro y tratan sobre la tensión entre el dibujo y el color o entre la profundidad y lo plano. Aunque su obra parezca expresionista, no lo es. Siempre obedece a planteamientos analíticos y reflexivos. “Mi objetivo es íntimo, pasa por entender lo que hago”, confiesa.
Acaba de inaugurar en el CAC de Málaga y sus próximas exposiciones serán en Nueva York, Frankfurt, Berlín, Basel, Hong Kong y Helsinki.
